Otros hábitats. 2012
La bellísima instalación/reflexión que Paco Aguilar propone se erige, al igual que sus otras aportaciones más recientes, en una llamada de atención sobre la depredadora sociedad posindustrial, que nos devora y deshumaniza. Esta aniquilación de valores sociales comporta asimismo la dramática destrucción de nuestros espacios vitales. Si la serenidad de sus lechuzas, búhos, aves y pájaros de todo pelaje y condición, que anidan sabiamente en las creaciones del artista, evocan la libertad de acción y de movimiento, su constatada desaparición también determinará tarde o temprano la supervivencia de esta sociedad codiciosa e insatisfecha.
Dada la trascendencia del símbolo utilizado por el artista, quiero considerar las aportaciones de Paco Aguilar como un aviso a los paseantes de un mundo en quiebra y, si se me permite parafrasear ahora a Luis Cernuda, en la esperanzadora propuesta de esos hermosos hábitats ya no habrá de morar nunca más el olvido, por cuanto que estas obras se han propuesto transmitirnos luz en la oscuridad. ¡Abramos pues los ojos y los sentidos a esta aleccionadora instalación!